Jesús García (Redacción DM)
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Que la investigación española se encuentra, a pesar de las dificultades con las que se encuentra habitualmente, a la vanguardia en un nivel mundial lo deja más que claro los datos que vamos a ofrecer a continuación en cuanto a las investigaciones y logros que se están llevando a cabo en materia biológica aplicada a la medicina.
No hace mucho tiempo desayunábamos con la noticia de un importantísimo avance médico a las puertas de ser una realidad latente, esto último, nunca mejor dicho. Se trataba del camino abierto para la creación del primer corazón humano bioartificial, o “de laboratorio” como mejor queramos definirlo. Mediante una técnica depurada se estaba consiguiendo en el hospital Gregrorio Marañón de la capital española la forma de poder realizar una absorción de las células intermedias de este tipo de órgano para dejar sólo su estructura celular interna y externa hueca, a modo de molde. Este sería posteriormente rellenado con células madres procedentes del paciente receptor de dicho órgano, siendo el citado avance un hito histórico para la evolución del mundo de los trasplantes de órganos.
Podíamos decir desde ese momento, cuando se conocía la noticia, que estábamos a punto de eliminar uno de los principales obstáculos contra los que se estrellaba una y otra vez esta práctica quirúrgica tan compleja: el rechazo del órgano por parte del receptor. No sólo esto; podríamos estar hablando del posible fin de la medicación de por vida para impedir este último extremo, medicación por otra parte que en algunos casos estaba mermando la vida en plenitud del paciente trasplantado. Algo que no era ni mucho menos deseable por la medicina moderna, y mucho menos por el paciente.
Si bien es cierto que la farmacopea en este sentido sigue avanzando, parece que la biología humana, o su aplicación médica, lo está haciendo mucho más. Este estudio se había convertido en un “hito sin precedentes” de la medicina regenerativa y de la investigación española en este terreno, según declaraciones del doctor Fernández-Avilés. En este centro madrileño se aspira a crear un banco con “plantillas” de distintos órganos humanos y animales adaptados a un posible trasplante, y en espera de crear su “relleno” con las células madre del futuro dueño del mismo.
Por supuesto que las primeras pruebas realizadas para practicar y depurar esta técnica hasta los niveles actuales, aclarando que estos estaban en fase de experimentación, han sido sobre un corazón de ratón por parte de la investigadora Doris Taylor, la cual consiguió este hecho en la Universidad de Minessota. Luego se trasladó a España donde introdujo esta técnica y lo que se espera es saber si dicho órgano, tas la repoblación de células, podría ser plenamente funcional.
Y mientras que muchos de nosotros nos felicitábamos por tal éxito que tendría que llegar en breve, y el mencionado equipo recibía los elogios y parabienes lógicos por el avance que suponía el estudio y posterior aplicación de dicha técnica, un equipo de científicos de la Universidad de Granada elevaban el listón al crear el primer órgano bioartificial. Si, han leído bien. Ya tenemos un primer órgano creado con la técnica antes descrita, adelantándose un poco en el tiempo, y presentándose como uno de los mayores logros hasta la fecha conocidos. Se trata de una córnea de cerdo a las que les han extraído las células para reponerlas por las de un cultivo realizado de células madre humanas. Dicho avance ha sido reflejado en la prestigiosa revista de información sobre investigación oftalmológica del mundo, la IOVS (Investigative Ophtalmology and Visual Science).
El equipo responsable de tal éxito está formado por los profesores Antonio Campos y Miguel Alaminos (histólogos), María del Mar Pérez, Ana Ionescu y Juan de la Cruz Cardona (ópticos), y el oftalmólogo Miguel González Andrades, perteneciente al Hospital Universitario San Cecilio.
Dicho órgano se encuentra ya en la fase preparatoria, y dentro de poco se podrá iniciar un ensayo clínico, suponiendo un avance más que importante para las personas que sufren algún problema ocular grave. Podemos decir que ya se “ve” el horizonte de los trasplantes de órganos más claro.
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